Surcamos zonas suntuosas de la procelosa mar de las ondas hertzianas. Hoy quizá es más femenina que de costumbre. Así me lo sugieren las curvas que dibujan las olas, al chocar contra nuestro espolón. Y de esta manera, rompiendo las aguas como norma. Un día más, comenzamos una nueva aventura en busca de nuestra quimera.
[Salpicadura de espuma]
[Sigue]
[Salpicadura de espuma]
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