Navegar de costa a costa, de extremo a extremo del orbe, permite distinguir la variedad de olas que conviven en la Procelosa Mar de las Ondas Hertzianas. Desde aquellas que se muestran bravías y se yerguen en crestas que braman y golpean, hasta las ondas amables que lamen las playas, los resorts y los yakuzzis.
Esta es nuestra hoja de ruta, como siempre en la onda:
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