Hoy navegamos en un mar de contradicciones. Para empezar el viento -tanto frío trae- busca con desesperación cualquier resquicio que le lleve al calor de la ropa interior. Y el cuerpo pide cama, y gruesas mantas de lana. Por otro lado el horizonte sigue aún retándonos. Mantiene la mirada y no se esconde. Pica el orgullo antiguo que sentimos los nómadas como una espuela hiriente y nos hace bregar en pos de la Utopía.
[Sigue]
No hay comentarios:
Publicar un comentario