Sudor, lágrimas, fatiga, y también sangre, sangre, sangre… capaz de hacer latir las mejores pasiones, pero también los peores instintos de estos argonautas del éter del sonido. En ese pequeño matiz que diferencia a unas y otros, a pasiones de instintos, a bestias y hombres de los habitantes del ultramundo, se resume el secreto del periplo de hoy.
Cuaderno de Bitácora 19 de Febrero
El malo de la película (Albert Pla)
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