Nos moveremos hoy por el universo femenino, y siempre al otro lado del espejo.
El éter del sonido tiene un aire de cuento, pero no hay que confiar en las caras angelicales, ni en las diosas seductoras. Las cosas son como son; la pesadilla y el infierno sólo aguardan el paso en falso, la maniobra torpe, la zozobra... por eso aún perseguimos la quimera, la utopía al final de este periplo.
Este es hoy nuestro escueto portulano:
La diosa destronada (Luisa Alba González)
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