La nave surca el éter del sonido, y los túneles del espacio tiempo. La obra muerta cruje y sus quejidos suenan a triste bandoneón. Una frase se repite insistente en mi cabeza: no llores por mí, Procelosa Mar de las Ondas Hertzianas.
Este es nuestro portulano, hoy bastante rioplatense por activa y por pasiva:
Cuaderno de Bitácora del 31 de Marzo
Libro Historia oculta de los años 50 (Manuel Espín)
1 comentario:
Gran descubrimiento!! me encanta vuestro programa, curiosamente mi blog trata sobre una ciudad imaginaria...
Un abrazo muy grande y gracias por vuestro trabajo...
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