Parece que la nave hoy se ha anclado a un crepúsculo, que flota en la neblina cárdena como si tanteara los bordes de la fosa de un sol muerto. No es extraño por tanto que en el ánimo de los tripulantes se fundan esperanza y fatalismo, la certeza difusa del éter del sonido y el anhelo de dar con la esquiva Utopía.
[Sigue]
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